viernes, 6 de noviembre de 2009

El flautista de Hamelin

Cuenta una vieja leyenda que por allá el año 1284 en la ciudad alemana de Hamelín estaba infectada de ratas. Un buen día apareció un desconocido que ofreció sus servicios a los habitantes del pueblo. A cambio de una recompensa él les libraría de todas las ratas, a lo que los aldeanos se comprometieron. Entonces el desconocido flautista empezó a tocar su flauta, y todas las ratas salieron de sus cubiles y agujeros y empezaron a caminar hacia donde la música sonaba.

Una vez que todas las ratas estuvieron reunidas en torno al flautista, éste empezó a caminar y todas las ratas le siguieron al son de la música. El flautista se dirigió hacia el río Weser y las ratas, que iban tras él, perecieron ahogadas. Bueno todos sabemos como termino la historia, pero haciendo un breve y rápido resumen al flautista, no se le pagaron sus servicios prestados y al final cuenta la leyenda negra que se llevo a los niños de aquel encantador pueblo a ritmo de su embaucadora música.


Haciendo una analogía con el gobierno municipal de Gandia, algún día los ciudadanos se darán cuenta de la ineptitud, engaño y políticas oscuras que esta realizando el gobierno municipal, a costa del sudor y lagrimas de todos los contribuyentes gandienses. Cuando no se han terminado algunos proyectos ya empezados y mal acabados de hace mas de 2 años, por poner un ejemplo e que afecta a la playa de Gandia, en la remodelación de la segunda línea y accesos, se esta anunciando a bombo y platillo nuevos megaproyectos, con una desfachatez e irresponsabilidad, por no hablar de otros que tienen en marcha.

Las políticas municipales, han de ser más serias y austeras y más aun cabe en estos tiempos de crisis, y no ser objetos de viejos caprichos personales, casposos y sinsentido. Crisis que esta ahogando a muchas familias que no ven el final de este sangrante túnel. Dado el limitado presupuesto que disponen las arcas municipales por antonomasia la sociedad, ha de exigir a sus políticos unos estudios más rigurosos, independientes, autónomos, planificados, y todo ello bajo una estrategia a largo plazo que aborde proyectos realistas, sensatos según las necesidades básicas de la sociedad.

Sino es así, todo queda en papel mojado, donde se adjudican los presupuestos a dedo, con una precaria financiación y lo que es mas grave siempre con dinero de los ciudadanos. Debemos por tanto exigir mayor transparencia e información en la evolución de cualquier proyecto de una ciudad, es decir desde el inicio con la toma de requerimientos de los resignados ciudadanos, diseño, desarrollo, ejecución, finalización y mantenimiento. En estas cuestiones, no valen las medias, tintas, dado que esta en juego el modelo de ciudad en la que queremos vivir ahora y en un futuro.

Como en la fábula del flautista de Hamelín, los ciudadanos de Gandia, y los turistas pueden devolver la misma moneda, sino ven satisfechas sus exigencias, y si este maltrecho gobierno municipal sigue empecinado en actuar con los mismos procedimientos, sin terminar las obras pendientes, anunciando megaproyectos imposibles, y no siendo conscientes del rumbo que puede tomar Gandia en los próximos años. El gobierno municipal ha de cumplir sus promesas, y estar a la altura de esta histórica y gran ciudad, y no ser comparsa ni estar hipotecados por amiguetes, socios y asesores parasitarios que lo único que hacen es desangrar las penosas cuentas municipales a ritmo de charanga.

Hugo H. Hernández
Gandía, a 6 de Noviembre de 2009