jueves, 24 de septiembre de 2009

¿Más regulación?

Estoy sorprendido de cómo los agentes económicos y políticos están sorteando la crisis, formulando propuestas, que para un profano en la materia a priori, podría sonar a música celestial, pero que si uno empieza a rascar un poquito, puede observar perfectamente la debilidad tales medidas.

En la próxima cumbre del G-20 que se celebrará en Pittsburgh, parece ser que las dos grandes potencias, EEUU y la Unión Europea están ansiosos por presentar medidas correctoras y preventivas para no padecer de nuevo los vaivenes de esta onda crisis financiera que estamos padeciendo.

Por una parte, la Vieja Europa, muy orgullosa por su rápida respuesta, propone crear dos nuevas entes reguladores del sistema financiero y bancario. Dos nuevos entes, estériles y ineficaz, no por su forma sino por su inacción, dado que únicamente pueden denunciar, advertir de los riesgos financiero, pero no sancionar. Ineficiente porque no se han parado a pensar de que ya tenemos organismos suficientes que debería de cumplir estas funciones y que no lo hicieron ya en su día, como son el BCE y los bancos nacionales de cada país miembro. Antes indicaba que estaba sorprendido porque hasta ahora, no se han analizado las verdaderas causas de tal crisis financiera, ni lo que es más graves; os tampoco se ha denunciado a los responsables de los organismos reguladores, que debían haber velado por la seguridad del sistema bancario, el Banco Central Europeo y los Bancos Nacionales, ¿qué hicieron en su día? ¿Por qué no advirtieron, denunciaron de tales prácticas abusivas? ¿Por qué no se han sancionado a los responsables del BCE? ¿Por qué nadie ha sancionado a los responsables de Banco de España? Si alguien ha cometido errores, se le debería de haber sustituido por alguien más competente, y no premiar a estos organismos, manteniendo gente incompetente y encima ocupando puestos que no debieran y quitando plazas a personas que si que están capacitadas para tales fines.


Otra cuestión, de donde va a sacar el dinero para financiar estos dos organismos, pero me imagino por donde vendrán los tiros....Pero no todo va a ser errores. De las propuestas presentadas por la UE, aplaudo, la decisión de controlar y poner un listón a los bonos de los altos directivos, que actualmente no guardan el binomio de relación, beneficios empresariales/paquetes bonos retribuidos.

Respecto del plan de EEUU, menos ambicioso que el de la UE, asumido por la presión que ejercen algunos lobbys en la cámara de representantes y que Obama no puede mas que poner resistencia testimonial, se centra más, en los aspectos de la economía doméstica del país, y algunas pinceladas sobre el FMI, que recae en prestar atención sobre los países que no cumplan lo prometido pero sin carácter sancionador. Respecto de las políticas macroeconómicas, EEUU apunta a cambiar la economía mundial. Por una parte EEUU se compromete a gastar menos, Chica a gastar mas y la UE a reformar su mercado laboral.

Después de todo este enjambre de medidas estratégicas, todo a punta a que la cumbre de Pittsburgh, será un mero tramite, donde los mandatarios mundiales, se presentaran con sus carpetas relucientes pero muy vacías de contenidos reales y convincentes, dado que aun padecemos según los expertos los últimos coletazos de la crisis, y no sabemos las impacto real de esta crisis mundial.

Mejor nos iría en esta senda de despropósitos en reconocer los propios errores de los actuales reguladores del sistema financiero, en poner en practica las herramientas de control y supervisión (FMI, BCE, CNMV, Bancos Nacionales) que actualmente disponen los gobiernos, más que en empecinarse en duplicar los sistemas de autocontrol, ofreciendo mas controles innecesarios despilfarrando así el erario publico y de los contribuyentes.

Hugo E. Hernández Sanfélix
Gandia a 23 de Septiembre de 2009

LA RULETA DE LA FELICIDAD

Se ha escrito mucho sobre este tema, a lo largo del tiempo, y muchos aun no saben lo que es, otros la persiguen incansablemente, y otros desistieron finalmente de tal cruzada.

Hubo un gran gurú de los negocios que conoció la salud y la felicidad a través de una antigua tradición de meditación conocida como Vipassana. Esta técnica de meditación que significa “ver las cosas como son”, es una manera de obtener la paz que lograba expulsar el miedo del corazón y ayudarnos a tener la valentía de ser lo que de verdad somos.

Este gran gurú lo describió en un curso agotador de diez días en el que los participantes, personalidades de la banca, gente de las finanzas, consultores, et, se sentaban durante horas en silencio, sin escribir, sin comunicarse, de ninguna manera, salvo con los maestros al final del día

Hoy en día, se busca la felicidad a través de lo material. Cuanto más tenemos, mas queremos, y pretendemos anhelar una felicidad material, que como bien se dice es una ilusión, porque no hay más error en creer el binomio felicidad-riqueza. Pero la mayoría de la gente, sigue en ese empeño, y en esa maratón de la vorágine, que nos hace consumir más y entrar en una espiral ciertamente peligrosa.



En el granero de la codicia se extienden muchos “cadáveres”, que intentaron ser felices un día, pero que el engranaje de la maquinaria de la vida, les hice poner en su sitio. Hoy en día, en algunas escuelas de negocio lo tienen muy en cuenta, y han podido cambiar el enfoque de sus programas curriculares para evitar tropezar con el viejo dicho de “tanto tienes, tano vales”.

Otras les han cogido con el pie cambiado, y se han estampado con la cruda realidad.

Pero volvamos un poco a lo que estábamos comentando antes. Aquel gurú de las finanzas siguió con su gran discurso sobe la técnica Vipassana, hasta altas horas de la noche. Entre los presentes había un joven promesa de la banca donde todo aquello le pareció bastante iluso y poco realista; el era bastante incrédulo sobre está técnica y decidió marcharse si darle la mayor importancia.

Pocos días después, empezó a darle vueltas sobre lo aquel gurú, había explicado aquella noche. “Diez días sin hablar, sin llamadas telefónicas, sin email, sin.... “. El pensó que era imposible acometer tal reto, y que la dictadura del tiempo le comía por dentro. El no era feliz, pero tampoco podía vivir sin estar pegado al email, fax, etc. Hasta que un buen día, decidió realizar dicho curso. Después de hacerlo, descubrió lo que tanto tiempo había estado buscando sin triunfo alguno: la felicidad. Fue entonces cuando empezó en su vida a ralentizar y escuchar la verdad.

Se empezó a cuestionar muchos principios que había adquirido, a preguntarse que es lo que realmente quería en su vida, a separar “la paja del grano”, a cuestionar su búsqueda del prestigio y del dinero y a enfocarse en lo que siempre había deseado que era, relacionarse con los demás.

Es muy cierto que esta técnica no es la solución ni el fin en si, pero de alguna forma nos puede ayudar a darnos tiempo y el espacio necesario a nosotros mismos, para preguntarnos quienes somos y que queremos realmente.

Siempre nos han inculcado desde muy pequeños a ver la vida como un viaje, en que termina con suerte, con el binomio amor y trabajo que no siempre suelen convivir. No es cierto o mejor dicho no existe un puesto de trabajo o una suma de dinero que pueda convertirse en una meta, sino entraremos en una búsqueda interminable.

La felicidad, es más que todo esto. Es un mosaico de múltiples facetas, que todas conjuntadas puede proporcionarnos cuotas temporales de felicidad, pero si alguno de estos ingredientes falta, es muy probable que nuestra felicidad se vea mermada.

Hugo E. Hernández Sanfélix
Gandia, 24 de Septiembre 2009